Nuestra vida, en muchas ocasiones, se reduce a una serie de rutinas que realizamos automáticamente, sin pensar, sin disfrutar... ¿Cuántas veces suena el despertador temprano y pensamos... "otro día más... estoy cansado... qué ganas tengo de que llegue..." en lugar de levantarnos y pensar en la oportunidad que nos ofrece ese día para disfrutar, compartir con los demás y seguir creciendo...
Estos últimos meses el tiempo se ha parado... Todo lo que pensábamos que teníamos controlado y seguro, ha dejado de ser así... de repente... de un día para otro. Hemos tenido que cambiar nuestra manera de trabajar, de relacionarnos, nuestras costumbres...
En estos momentos, me parece importante nuestro papel social como Escuela, en el que debemos acompañar a los alumnos e invitarlos a reflexionar, ofreciéndoles la oportunidad de compartir sus pensamientos y experiencias. A continuación publico la experiencia de Gonzalo Botella, un alumno de 1º de Finanzas que reflexiona sobre lo vivido estos últimos meses:
“LA NUEVA FORMA DE IR A CLASE
Debido a la
conocida situación, desde el principio de estado de alarma hemos estado
confinados en casa, por tanto la vida escolar, laboral y social tuvo que
cambiar por completo.
Este giro de
360º ha supuesto una decadencia obvia en la economía y la salud, ¿pero qué
ocurre con los estudiantes? La formación debe seguir avanzando igual que lo
hace el curso escolar, por ello, hemos realizado teletrabajo a lo largo de estos
dos meses, en los que la tecnología ha jugado un papel muy importante. Además de la tecnología, los
centros escolares y formativos han tenido que realizar un trabajo extra para
podernos evaluar a los alumnos y hacer que adquiramos los conocimientos
requeridos por la Consejería de Educación.
En mi caso, he
necesitado ayuda individual en ciertas materias, y esto se debe a la dificultad
de comunicación, al no estar día a día con las explicaciones necesarias, y a la falta de horario lo que contribuye a una desconexión mental. Aunque
debo agradecer que todos mis profesores se han mostrado interesados en ayudarme
en cada duda y más aún en las ocasiones que no estaban en su horario laboral. Además he
contado con un contratiempo, ya que al tener Mac, los deberes de informática no
los he podido realizar, la profesora no dudó en facilitar el trabajo de los
estudiantes que estaban en mi situación.
Además en este
ámbito escolar, lo que también he notado es la ausencia de todos mis
compañeros, su apoyo grupal y una sensación extraña por la falta de complicidad con ellos, que en algunos casos se ha visto agravada por la escasez de medios técnicos.
Me gustaría finalizar este confinamiento con una reflexión positiva ya que, me ha aportado mucha tranquilidad la confianza de los profesores. En este periodo he madurado, debido a que el tiempo de reflexión ha sido gratificante y con respecto a los estudios sigue siendo positivo por el compromiso del Centro con los estudiantes y viceversa.”
Creo que esta situación nos ha brindado la oportunidad de conocernos un poquito más y de ver cómo reaccionamos ante otro reto más que nos ha puesto la vida a todos... Aprendemos de las dificultades y nos ayudan a crecer. ¡Gracias por compartirlo, Gonzalo!
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